- Vamos para el quinto mes y no se ve nada concreto
- Baches, basura, desorden, anarquía, corrupción, inseguridad
- los mexiquenses demandan un compromiso serio
En los llamados “primeros cien días de gobierno” que transcurren durante los tres meses y días del inicio de las administraciones públicas municipales 2016-2018 de los 125 municipios del Estado de México, los noveles alcaldes, en ese inter, proyectaron y ejecutaron una diversidad de programas, obras y acciones que con tal de “cumplir a tiempo y en forma” con el grueso de las demandas establecidas ante la ciudadanía de sus regiones, en sus campañas proselitistas, medio pintaron, medio bachearon, medio pavimentaron y medio iluminaron calles y avenidas.
Mucho relumbrón, centellas y chispazos; nada de obras de utilidad pública. Todo ello, con el fin de levantarse el cuello ¿Piensa la autoridad municipal qué con una “manita de gato” sorprenderían a una ciudadanía que ya no se “chupa el dedo” con programas hechas al vapor?
Vamos ya para el quinto mes de sus administraciones y aún no se ven en concreto lo que verdaderamente interesa a los mexiquenses: calles mejor pavimentadas no los cráteres que lucen en varias vías primarias de Naucalpan, Tlalnepantla, Nezahualcóyotl, Coacalco, Ecatepec, Tultitlán, Atizapán y hasta en la propia capital del Estado de México: Toluca.
Limpieza total, no los cúmulos de basura que se observan en puentes peatonales, pasos a desnivel y áreas verdes de Naucalpan, Ecatepec, Nezahualcóyotl, Cuautitlán Izcalli, Cuautitlán México.
Iluminación pública eficiente, no una plena oscuridad en la totalidad de los municipios del Valle de México.
Orden vial y no el anarquismo que impera de igual manera en todo el Valle de México.
Ordenanza en el comercio informal y no la invasión de vendedores y puestos en banquetas de vías primarias de Naucalpan, Tlalnepantla, Atizapán, Nezahualcóyotl, Toluca.
Vamos ya para el quinto mes de las flamantes administraciones públicas municipales y no han podido los alcaldes detener a la delincuencia que sigue cometiendo sus fechorías diariamente en calles, comercios y en el transporte público de pasajeros.
Señores alcaldes, así como le entraron de sopetón a la “manita de gato” en sus primeros cien días de trabajo, los mexiquenses les demandamos un compromiso serio, responsable y no de relumbrón.